Durante varias décadas del siglo XX fueron habituales los encuentros internacionales denominados de "promesas", con una variabilidad de edad máxima de los atletas de 20, 21, 22 o 23 años. Es en la década de los 80 del pasado siglo cuando se instaura oficialmente la categoría promesa y las federaciones nacionales inician sus respectivos campeonatos nacionales. La Asociación Europea de Atletismo crea la Copa de Europa Sub23, competición por equipos que se disputará únicamente en 1992 y 1994, para dar paso en 1997 a la primera edición del campeonato, para atletas que cumplen en el año en curso 20, 21 o 22 años, no estando permitida la participación de atletas juniors o sub20. La cadencia del campeonato es bienal en años impares, cadencia que se ha respetado escrupulosamente hasta hoy.